Método Tu Yoga

“Llevo casi 4 años practicando Yoga. Comencé porque necesitaba hacer algo más que deporte y desconectar la mente. El Yoga me aporta calma, relax, desconexión, ejercicio físico, respiración, conocimiento de mi misma, previene los dolores de espalda, ha mejorado la calidad de mi sueño y así mi descanso. Empecé a practicar y me atrapó rápidamente, incluso estando operada de una mano unos meses antes. A los dos meses y poco de haber empezado a practicar, me enteré de que estaba embarazada y creo que la práctica regular durante los 9 meses me sirvió para tener un embarazo genial, sin molestias y transmitiendo todos los beneficios a mi pequeño. Bárbara es amor, calma, generosidad, paciencia, y todo eso lo transmite en la práctica, sin que por ello sea lenta o aburrida; es la combinación perfecta. Me encanta trabajar con ella cualquier elemento, siempre innovando y formándose para compartir. Su voz me calma y eso ya es bastante importante. Es elegancia y fluidez en todos los movimientos que hace. Me gusta practicar con ello tanto en las clases de Yin como de Yang. Para mí es fantástica dando clase y con su sonrisa, que se aprecia incluso con la mascarilla puesta, transmite solo cosas positivas. Se la recomendaría a cualquier persona, independientemente de edad o sexo; de hecho, ya lo hago porque me encanta”.

“En varios momentos de mi vida he intentado practicar Yoga e incluso he probado diferentes estilos. Pero practicando a diario y con consciencia de ello, llevo unos ocho meses, justo cuando coincidí con Bárbara. El Yoga siempre ha despertado en mí un profundo interés y curiosidad, como una llamada interna, sin un por qué justificado ni para un fin concreto. Podría mencionar que sirve para relajarte, para tener más flexibilidad o para muchas cosas más, sin embargo, no sería justo. Simplemente, es parte de mí o yo soy parte del Yoga. Creo que los beneficios de la práctica son incontables; a mí me ha permitido estar en la vorágine sin ser la vorágine. De repente estoy, no obstante no soy, sencillamente. Ha sido más fácil y natural de lo que nunca imagine y en este proceso Bárbara me ha acompañado y me acompaña. Su estilo de enseñanza permite y facilita este proceso de “estar sin ser”. Para mí es dinámica, elegante y suave; yo la defino como “la dinámica de la suavidad y la elegancia”. Sus sesiones son intensas y a la vez reconfortantes. Como profesora me parece observadora y ajustada, su enseñanza se adapta a ti y sus comentarios dentro de la práctica, llegan en el momento oportuno. Estos son algunos de los motivos por los que yo invitaría a conocer a Bárbara y a practicar con ella. Se lo recomiendo a todo el mundo en general, tanto a las personas que tengan unos objetivos concretos hacia la práctica, como a las personas como yo que sienten esa curiosidad”.

“Tras cuatro años, con algunas interrupciones, Bárbara, contra todo pronóstico, me ha “enganchado” al Yoga. ¿Por qué contra todo pronóstico? Porque durante la primera sesión, que era de prueba, mi cabeza no paraba de repetirme que “aquello” no era para mí, pero al día siguiente descubrí con sorpresa que mi cuerpo opinaba lo contrario; con una única sesión me movía diferente y ese fue el inicio de empezar a estar más expectante a lo que mi cuerpo me comunicaba y le sentaba bien. Sin ninguna pretensión mística, me resulta una actividad sanadora, en el sentido de sentirse sano ante el cansancio de la vida cotidiana y emociones encapsuladas. ¿Por qué practicar Yoga con Bárbara? Porque se adapta al aquí y ahora de las necesidades de quienes acudimos a sus sesiones, bajo una planificación pormenorizada y gran conocimiento de lo que nos propone, ya que solo así se puede flexibilizar lo planificado y adaptarlo al estado cambiante con el que llegamos a cada práctica. Su entrega es de una elevada generosidad, altamente demostrada en cada sesión y ante el esfuerzo por buscar y encontrar soluciones ante las distintas fases que pasamos por esta pandemia que nos toca vivir a nivel mundial”.

“Comencé a practicar Yoga tras pasar por un proceso médico complejo, que me dejó en una forma física terrible, con mucho cansancio y dolor… ¡Y estoy maravillada! Los cambios se notan desde la primera sesión. Ya con la segunda los dolores en las articulaciones y músculos se redujeron significativamente. Mi experiencia bajo la guía de Bárbara está siendo magnífica. Adapta la práctica a mis circunstancias y condición física particular, siempre teniéndome en cuenta y procurando ayudarme para que mejore sin hacerme daño, adaptando cada movimiento a mis capacidades. Todo ello en un entorno de relajación, en el que se potencia la positividad, la conciencia del yo y la sensación de autocuidado. Se lo recomendaría a todo el mundo y, muy especialmente, a personas con dolencias físicas o en proceso de recuperación de lesiones. ¡Gracias, Bárbara!”

“Llevo practicando Yoga 5 años. Empecé a practicarlo para mi bienestar, porque me sentía mejor conmigo misma, y ahora también lo hago porque me ayuda cuando tengo dolores. Desde que practico Yoga siento muchos beneficios tanto en el cuerpo como en la mente y el día que no lo practico, lo echo de menos. Me gusta como Bárbara se preocupa de como estoy, de sí me duele algo, para luego adaptar la práctica a mis necesidades. Enseña de manera muy personalizada y esa cercanía y profesionalidad se agradece. Recomendaría sus sesiones a todo el mundo, tanto jóvenes como mayores, a todo aquel que quiera iniciarse en la práctica del Yoga, pero también a aquellos que ya tengan conocimientos previos”.

"Llevo practicando 3 años. Empecé gracias a mi hermana que se pasó varios meses convenciéndome hasta que por fin probé y aquí sigo muy contenta. El yoga me aporta bienestar físico y mental, yo no tengo esos dolores molestos de espaldas y mis piernas ya no están cansadas, he aprendido a respirar y me ayuda en el día a día ante cualquier situación. Mi estado de ánimo ha mejorado; ahora estoy más en calma. Bárbara apareció en una de mis primeras clases y me atrapó con su dulzura, paciencia, elegancia y su respiración tan sonora que te hace concentrar mucho en tu práctica y disfrutar de cada postura. Me gusta mucho practicar cualquier elemento con ella, aunque a mí me gusten más uno que otros 😉 Sus clases son divertidas; siempre hay alguna postura nueva, no es ni rápida ni lenta, pero si intensa. Me siento tan segura en sus clases que en mis primeras invertidas siempre ha estado ella. La recomendaría porque es mi preferida; sus clases son aptas para todos los niveles, siempre atenta a sus alumnos preguntando y compartiendo ideas para la clase. Es fantástica, solo trasmite cosas positivas y eso no es fácil, siempre alegre y sonriente. Se la he recomendado, la recomiendo y la recomendaré siempre simplemente porque ¡ME ENCANTA!"

“Llevo menos de un año practicando Yoga, pero, en este periodo de tiempo mi cuerpo me lo ha agradecido enormemente. Empecé a practicar Yoga porque tenía muchas molestias en la espalda y he descubierto que no solo era mi espalda la que se sentía dolorida. Con el Yoga he conseguido tener tranquilidad en mi interior y canalizar mejor mis emociones y sensaciones. Con Bárbara es muy cómodo realizar las prácticas porque se adapta a cada persona, con lo cual ves tus avances a nivel personal. Con el resto de compañeros de mi grupo hay muy buen ambiente, con lo que las prácticas están llenas de energía positiva. Animo a todos a practicar Yoga porque su calidad de vida mejorará de una forma muy gratificante”.

“Empecé a practicar Yoga hace 6 años. Mi primer mes fue un regalo de cumpleaños. Siempre digo que ¡ojalá me lo hubiesen regalado antes! Para mí, lo mejor es la tranquilidad que consigue mi mente a través de la práctica. Siempre recomiendo la práctica de Yoga, y con Bárbara es sencillo; consigue que te integres con facilidad en el grupo, que cada una/o se centre en lo que puede hacer en cada momento, sin compararte con los compañeros. Cada sesión es una recarga para continuar con el día a día”.

“Llevo practicando Yoga aproximadamente 6 años, que han servido, al margen de conocer a otras personas, para mantener el cuerpo más adaptados a mis necesidades físicas. Los beneficios experimentados son índole física y personal. El primero por mantener el cuerpo con más ligereza si se está quieto sin hacer nada. Y segundo socializar con otras personas con las que he compenetrado cada día más. Me gusta el estilo de Barbara porque se adapta a cada una de las personas que asistimos a la práctica. La recomendaría para todas las edades, y mayormente para los hombres, que no suelen practicar este tipo de disciplina”.

“Conozco a Bárbara desde hace años y disfruto mucho con su práctica. Sus sesiones son dinámicas, variadas y con mucha conciencia. Tienen el equilibrio perfecto entre lo físico y lo emocional. Además, ella aporta su carácter amable y hace que cada práctica se desarrolle en un ambiente muy agradable”.

“Nunca había practicado Yoga hace pocos años (6), desde que lo he incorporado a mi vida me encuentro más dinámica y flexible y tengo mejor humor. La profesora Bárbara es, como su nombre lo indica, “bárbara” y estupenda, da gusto asistir a sus clases”.

“Empecé a practicar Yoga con Bárbara hace 4 años por molestias en la espalda causadas por mi trabajo y, enseguida, el dolor desapareció. La práctica con Bárbara es muy personalizada; sus ajustes ayudan a entender mejor la función y sensación en cada postura, lo cual conlleva a beneficiarte de la práctica un 100%”.